01. ACCIDENTE
02. CAUSAS
03. ATENCIÓN A LAS VÍCTIMAS
01. Accidente
El 29 de agosto de 2001, a las 09:37 h, después de embarcar el pasaje y con retraso sobre el horario previsto de despegue a las 09.00 h, despegaron para Málaga con el vuelo BIM-8261. El despegue, ascenso y vuelo de crucero transcurrieron con normalidad. Durante la aproximación a la pista 32 del Aeropuerto de Málaga de la aeronave CASA CN-235-200 EC-FBC, se produjo un aviso de fuego en el motor izquierdo. La tripulación inició el procedimiento de emergencia para fuego en un motor.
Poco después comunicaron la emergencia en la frecuencia de la Torre de Málaga.
Al efectuar el procedimiento de emergencia, la aeronave quedó sin potencia en ambos motores y descendió sin llegar a alcanzar la pista 32 del aeropuerto. Impactó con los postes de balizas de iluminación de aproximación y con el suelo a unos 538 metros del umbral de pista, y después recorrió unos 220 m por el terreno rompiendo varias líneas de postes más hasta que finalmente chocó contra el terraplén sobre el que se asienta la autovía N-340 y quedó detenida con el morro apoyado sobre los carriles del sentido Málaga de dicha autovía.
Se produjeron grandes daños en la estructura de la aeronave, que quedó prácticamente destruida. Como consecuencia de los impactos resultaron muertos tres pasajeros y el comandante de la aeronave, mientras que los otros dos miembros de la tripulación y dieciséis pasajeros más resultaron heridos de gravedad. No hubo fuego ni antes ni después del impacto.
El aviso de fuego resultó ser falso.
Se estima que entre 2 y 3 minutos después del impacto llegaron a la valla perimetral del Aeropuerto los 4 vehículos del Servicio Contra Incendio, donde encontraron alguna dificultad para cruzar la autovía, ya que el tráfico en sentido de salida de Málaga seguía circulando. La ambulancia del Aeropuerto salió para el lugar del accidente 5 minutos después del impacto. Posteriormente acudieron dotaciones de Torremolinos y Málaga.
En la cabina de pasajeros no se recibió ningún aviso de emergencia antes del impacto por lo que el pasaje tampoco fue alertado para adoptar la postura de protección antes del impacto. La tripulante de cabina de pasajeros sufrió lesiones graves en el impacto y por tanto quedó físicamente imposibilitada para ayudar en la evacuación, aunque a pesar de sus lesiones pudo dar indicaciones a los pasajeros para la evacuación. Estos lograron abrir tres salidas con la ayuda de los miembros del Servicio Contra Incendio. La salida trasera izquierda no fue utilizada al no poder abrirse.
02. Causas
El siniestro se produjo porque los dos motores dejaron de funcionar, en la fase de aterrizaje. Durante la aproximación, sonó la alarma de fuego en un motor, por lo cual los pilotos soltaron el agente extintor sobre el motor, como indican los procedimientos. Al seguir sonando la alarma, el copiloto realizó la operación dos veces, pero se desprende de las conversaciones en cabina, que la segunda vez desactivó el segundo motor, en
vez de descargar la botella del extintor.
Según las conclusiones publicadas en el Informe Oficial A1-048/2001 de la CIAIAC (Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Aéreos) el mantenimiento de la aeronave se efectuaba en general de acuerdo con
el Programa de Mantenimiento establecido. Sin embargo el mantenimiento de los sistemas detectores de fuego en góndolas de motores no había solucionado la aparición esporádica de falsos avisos de fuego. Igualmente apunta que el mantenimiento no se adaptaba a las indicaciones del fabricante.
También es destacable, que esta compañía usaba a comandantes en puestos de pilotos, después de haber
recibido la autorización de la Dirección General de Aviación Civil, pero la compañía no impartía el entrenamiento adecuado para ello.
03. Atención a las víctimas
Según se publica en el ABC del 30/8/2001 los supervivientes estaban indignados con la tardanza de los medios de salvamento.
Un minuto después del impacto, a las 10.18, los bomberos del Ayuntamiento recibían el aviso del siniestro, y siete más tarde acudía la primera dotación con una UVI móvil. Hubo que esperar hasta hasta las 10.40 para que llegaran el resto de equipos de rescate, como ambulancias, Cruz Roja, Policía, Guardia Civil y Protección Civil. Esta tardanza fue vivida con angustia por las víctimas, que no ahorraron críticas. «Resulta bochornoso que hayamos estado más de media hora esperando a que nos atendieran, con un terrible olor a gasolina, hasta que otro pasajero y yo rompimos una de las ventanas y luego, a golpes, conseguimos abrir la puerta. Una vez fuera, nos encontramos que no había ningún dispositivo preparado», dijo uno de los afectados. «Si al avión le da por incendiarse a los cinco minutos del choque, caemos todos como chinches», añadió Francisco G., «pues los equipos de socorro tardaron demasiado en reaccionar»
En el mismo lugar de los hechos, donde se instaló un hospital de campaña, tres personas eran rescatadas sin vida. Se trataba de Emilio Martínez Plaza, peluquero jubilado de 67 años que iba a una revisión oftalmológica; Mohamed Mohamed Uassani, de 46 quien, ironías del destino, cambió a última hora su billete de barco por el del avión, para pasar una noche más con sus familiares, después de acudir a la boda de una sobrina, y Hervé Troadec, de 41 años, turista francés. Horas más tarde, el comandante, Mario Hernández Ruano, jefe de pilotos de Binter, moría en la UCI del Hospital Carlos Haya. Los 27 heridos fueron trasladados a este hospital, al Clínico Universitario y al Materno Infantil. Por la tarde, trece habían sido dados de alta.
En Melilla los familiares de los pasajeros acudían al aeropuerto de la Ciudad Autónoma en busca de información. El Gobierno envió a un equipo de psicólogos para atenderlos. Binter Mediterráneo, por su parte, fletó dos aviones y reservó 148 plazas hoteleras en la Costa del Sol para ellos. Los episodios de desconcierto se repitieron en Málaga ante la falta de información sobre el estado de los pasajeros, la mayoría magrebíes que volvían de sus vacaciones y estudiantes que debían examinarse en la convocatoria de septiembre. «He estado más de cuatro horas sin saber nada de mi hermano y mi sobrina, y esto no hay quien lo aguante», decía un familiar. «Menos mal que una doctora me llamó y me comunicó que mi hermano tenía una fractura en la pierna, porque ni el aeropuerto ni la compañía me dieron datos», remachó otro
04. Tratamiento mediático
El rescate y retirada de los cadáveres fue casi retransmitido en directo por Canal Sur de Andalucía, como sí lo recordaron 10 años después en este vídeo
Por otro lado, la prensa siguió de cerca el proceso judicial, pero sin dar una gran importancia al mismo. Finalmente la parte final fue sobreseída con la muerte de único imputado, el copiloto.
Pequeña reseña del primer aniversario; http://www.meliya.com/index.php?accion=1&id=330a
Fuentes
Informe Oficial A1 048/2001 de la Comisión de Investigación de Accidentes
Hemeroteca del ABC